Reportaje realizado por Cristian Aramayo – Comunicador popular
La enfermedad del VIH, está instalada en nuestro país desde hace mucho tiempo. Por eso me he contactado con dos jóvenes de 20 y 23 años que viven con el diagnóstico del VIH, para preguntarles como es vivir con VIH y tener COVID 19, las diferentes dificultades que han tenido que sobrellevar al enterarse de su diagnóstico. Para que todos estemos sensibilizados en el tema, y no tengamos miedo de hablar de esto con nuestros familiares.
¿CUAL HA SIDO TU REACCION AL TENER VIH
MF: «Al principio tuve tristeza, cuando la psicóloga que me aplico la prueba me da el resultado que es positivo, estuve me shock por al menos 15 minutos, llegué a mi casa y comienzo a pesar en el resultado y ahí entro en una etapa de negación. Esta etapa dura unas dos a tres semanas hasta que me cuestiono “quieres verte morir el día de mañana sin cumplir ningunos de tus sueños”. Es ahí que tomo la decisión de hacerme los estudios necesarios para comenzar a medicarme y que la enfermedad no avance»
GD: «Creo que para nadie sería una noticia bien recibida y en mi caso no fue la excepción. Para ese momento, antes de recibir el diagnóstico, yo ya era una persona con conocimiento del tema, sabía lo que procedía, entendía que mi vida no terminaba ahí, que podía seguir adelante teniendo una buena adherencia al tratamiento, pero esto no fue suficiente para evitar sentirme afligido y entrar en una depresión que duro varios meses. Yo lo primero que pensé, fue en mi madre, sentía que le había fallado, que no era un buen hijo, más que preocuparme por mi salud, mi aflicción se centró en mi familia, en el que dirán de mi al respecto, en el cómo seré visto a los ojos de la sociedad si se enteran de esto, en mi futuro laboral, ¡todo!, menos mi salud. Yo no quise contárselo a mi madre, preferí ocultarlo, pero bueno, una madre siempre sabe cuándo sus hijos no están bien, luego de unos 2 meses, ella me sienta a su lado, me pide que hablemos y me dice que todo estará bien, que ella me ama sin importa nada y fue ahí cuando hablamos sobre mi diagnóstico, ella me dijo que me apoyaría en todo y que no estaba solo, que estaría a mi lado y gracias a ese apoyo empecé a ver mi realidad y poco a poco entre en mi etapa de aceptación, sumado a esto, llegue a conocer a mi pareja actual que gracias a su apoyo pude adaptarme a mi nuevo yo que hoy en día entiende que sin importar el diagnóstico que tenga, puedo llegar a mis metas y planes a futuro, que no todo se acabó, que no estoy solo y que mi felicidad no depende de un diagnóstico, depende de ¡cómo YO afronto mi diagnóstico!»
¿QUÉ PIENSAS DE LOS JÓVENES QUE NO QUIEREN UTILIZAR UN CONDÓN AL MANTENER RELACIONES COITALES?
MF: «Es un tema de mucho estigma social que no se siente lo mismo al tener puesto un preservativo, y ante la negación de usar este meto anti conceptivo la posibilidad de contraer VIH es muy alta, para que luego lo sigas transmitiendo a tus otras parejas sin tener el conocimiento de que lo contrajiste. Hasta que llega un punto donde llegas a morir sin saber que lo tuviste»
GD: «Para cada acción, hay una reacción. Muchos jóvenes que llegaron a pensar y actuar como ellos, terminaron lamentándose por no seguir los consejos que alguna vez algún amigx o conocidx ya sea cercano o no se lo dieron. Muchos de los jóvenes piensan que eso de las ITS, VIH o embarazos no deseado son cosas que no les sucederá, que les pasa a otras personas, pero no a ellos y por pensar de esta manera, terminan arrepentidos y preguntando el por qué, siendo que esto puede suceder a cualquier persona, sin importar el género, color de piel o estatus social»
¿CÓMO EL VIH CAMBIO TU VIDA?
MF: «Prácticamente sigue todo igual, porque siempre me he alimentado bien esto hizo que mis defensas siempre estén altas, tal vez mejore mis hábitos de sueño, pues ahora duermo más 7 horas, tratar de no estresarme mucho por las cosas y tratar de disfrutar cada día de vida»
GD: «Definitivamente el VIH cambio mi vida y creo yo que el de muchas personas. Hubo un cambio en el antes y después de mi diagnóstico, ahora veo las cosas de otra manera, entiendo que despertar cada día es un regalo divino y hay que aprovechar nuestra vida de una manera positiva, comprendo lo importante que es seguir los consejos que recibimos, lo importante que es ayudar al que está a nuestro lado y que por algo pasan las cosas y si me tocó a mí, es con un propósito, puedo ayudar a jóvenes a qué eviten el tener un diagnóstico positivo, puedo crear conciencia en la sociedad y frenar el estigma y discriminación que existe hacía las personas que viven con VIH. Ahora puedo definir el quién soy yo y el para qué».
