ENCUENTRO MUNICIPAL: REALIDADES DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN EL ÁREA RURAL
Los días viernes 21 y sábado 22 de febrero, en el marco del proyecto “Mujeres Construyen su Municipio desde la Gestión Local y la Comunicación Popular”, apoyado por MISEREOR, más de 90 mujeres y hombres, representantes de entidades públicas, privadas y dirigentes campesinas, corregidores y comunarias se reunieron para analizar la realidad de las mujeres víctimas de violencia en el área rural del Municipio de Tarija, el análisis se enfocó en el sistema patriarcal con usos y costumbres que naturalizan la violencia, con el objetivo de identificar y entender cómo es el acceso de las mujeres víctimas de violencia a las instancias receptoras y promotoras de denuncia, así como la atención oportuna, eficaz y eficiente para vivir una vida libre de violencia, los encuentros fueron moderados por la expositora nacional, Paola Mariana Soriano Ortiz.
Encuentro del viernes 21 de febrero
ENCUENTRO MUNICIPAL: REALIDADES DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN EL ÁREA RURAL (Con autoridades y funcionarios públicos, dirigentes y representantes de comunidades rurales y organizaciones privadas)
La mañana del viernes 21, en el salón La Tablada del hotel Amanecer Tarija, se reunieron dirigentas, dirigentes y corregidores de comunidades rurales, funcionarios públicos y representantes de organizaciones como la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia FELCV y la Federación Sindical Única de Comunidades Campesinas de Tarija FSUCCT, con el objetivo fue dialogar sobre la realidad de la violencia en las comunidades rurales y cómo esta afecta la vida de las comunidades, especialmente la de las mujeres.
El diálogo, moderado por la psicóloga Mariana Soriano Ortiz, quien llegó desde Samaipata, Santa Cruz de la Sierra, permitió conocer y reconocer los orígenes y efectos de la violencia, así como los factores que impiden que las mujeres y la sociedad en general puedan prevenir, denunciar y defenderse cuando son víctimas de violencia.
Durante el encuentro, se identificó que existe descoordinación entre entidades como el SLIM, la FELCV y la Fiscalía, lo que dificulta la atención efectiva en casos de violencia o su prevención, también se destacó la falta de información sobre cómo, dónde y de qué manera hacer una denuncia.
Análisis, acciones y compromisos generados
¿Cuál es la causa estructural de la violencia en Tarija?
- El machismo, la sociedad patriarcal, los roles asignados a mujeres y hombres desde la distribución del trabajo
- El consumo de bebidas alcohólicas y los entornos familiares violentos,
- La ausencia de valores y los modelos de crianza basados en el consumo y no en la importancia de la vida,
- El ejercicio de poder establecido desde el patriarcado y la dependencia económica de las mujeres
- Los estereotipos establecidos desde el machismo y el patriarcado y los imaginarios culturales que construyen relaciones de poder que subordinan a las mujeres.
¿Qué medidas podemos tomar para el área rural?
- Capacitar a autoridades comunales en las normas vigentes contra la violencia para promover la denuncia y generar acciones de prevención.
- Identificar áreas de difícil acceso y cuellos de botella.
- Exigir el cumplimiento de responsabilidades y atribuciones a las autoridades públicas y comunales.
- Capacitar a la policía en normativas y protocolos como el Gregoria Apaza.
- Sensibilizar a la población y articular con autoridades, maestros y maestras de unidades educativas rurales para capacitar a estudiantes y sus familias.
- Conformar equipos multifactoriales (SLIM, policía, Fiscalía, etc.) para capacitar en comunidades, considerando las realidades locales y optimizando los tiempos, como realizar capacitaciones los fines de semana.
- Mejorar los procesos de comunicación y aplicación efectiva de protocolos para la prevención y atención de casos de violencia.
- Promover la atención los fines de semana en el SLIM, policía y otras instituciones competentes.
- Generar promotoras de prevención de la violencia en cada comunidad rural.
- Asegurar que el personal de atención en zonas rurales tenga un enfoque interseccional al momento de atender casos de violencia.
¿Qué acciones puntuales y compromisos surgen de este encuentro?
- Las instituciones públicas con presupuestos para la prevención de la violencia deben informar y socializar estos datos con la sociedad civil.
- Generar articulación entre instancias del Estado, organizaciones, sociedad civil y entidades como el ECAM.
- Fortalecer la Red Rural de Lucha Contra la Violencia, con el apoyo del ECAM y entidades como el SLIM.
- El SLIM continuará con los talleres de prevención de la violencia en comunidades rurales.
- La red de promotoras urbanas solicitará al SLIM la asignación de recursos para la creación de promotoras rurales en temas como rutas e instancias de denuncia.
Al finalizar producto de un análisis basado en datos sobre la violencia, como que una de cada tres mujeres es víctima de violencia, y que cada día en Bolivia se registran 90 embarazos adolescentes, lo que afecta las vidas, sueños y aspiraciones de las mujeres, las y los asistentes llegaron a los siguientes acuerdos
- Las instituciones públicas que tienen presupuestos para trabajar en la prevención y atención en casos de violencia deben informar y socializar estos datos con la sociedad civil.
- Generar articulación entre las instancias del Estado, organizaciones, sociedad civil y entidades como el ECAM, para asumir acciones que aporten a reducir los actos de violencia.
- Fortalecer la Red Rural de Lucha Contra la Violencia del municipio de la ciudad de Tarija y la provincia Cercado, con el apoyo del ECAM y entidades como el SLIM.
- El SLIM continuará con los talleres de prevención de la violencia en las comunidades rurales.
- La red de promotoras urbanas solicitará al SLIM la asignación de recursos para la creación de promotoras rurales en temas como rutas e instancias de denuncia.
El encuentro, fue un momento importante para fortalecer la creación de la Red Rural de Lucha Contra la Violencia en las comunidades del municipio de la provincia Cercado, por lo que se comprometieron acciones desde las directivas comunales, los corregidores, el SLIM, las promotoras legales y la FELCV, con el fin de a portar a reducir los efectos de la violencia.
Agradecemos a las y los representantes de la FELCV, SLIM, CERDET, Promotoras Legales, la sub alcaldía del municipio de la ciudad de Tarija, corregidores y dirigentes de comunidades por su presencia, aportes, propuestas y compromiso.
Encuentro del sábado 22 de febrero. (Con mujeres de comunidades rurales)
La mañana del sábado 22, en el salón de las y los trabajadores fabriles de la ciudad de Tarija, 50 mujeres de comunidades rurales de los municipios de Tarija y Entre Ríos (Ñaurenda, San Josecito, Timboy, San Agustín, Pantipampa, Pampa Redonda, Monte Cercado, España Norte, Bella Vista, Sella Cercado, Sella Quebradas, San Andrés, Santa Ana la Vieja, Guerrahuayco) se reunieron con el objetivo de analizar la realidad de las mujeres víctimas de violencia en el área rural del Municipio de Tarija.
La metodología de trabajo, permitió rescatar las realidades y conocimientos de las mujeres bajo las siguientes consignas:
- Comprender la vivencia humana y la sexualidad como componentes integrales y relacionales en la sociedad.
- Identificar formas de violencia naturalizada que viven las mujeres en el área rural.
- Identificar el concepto de violencia de género y su impacto.
- Establecer un espacio de diálogo donde las mujeres identifiquen las principales dificultades al momento de denunciar.
- Establecer compromisos de trabajo.
Producto de las actividades desarrolladas con las asistentes, se analizó el porqué de la vigencia de la violencia en las comunidades y a partir de ello que acciones se pueden asumir para promover la prevención y la denuncia y como protegerse desde las comunidades rurales.
¿Por qué las mujeres víctimas de violencia del área rural no denuncian?
- Miedo y vergüenza: Muchas mujeres no denuncian la violencia porque sienten miedo a las represalias de sus agresores, quienes en muchos casos son sus parejas, familiares o personas cercanas, además se genera vergüenza que sienten por el qué dirán en sus comunidades, ya que en entornos rurales los prejuicios y la estigmatización son más fuertes.
- Falta de conocimiento para identificar los diferentes tipos de violencia: En muchas comunidades rurales, las mujeres no reconocen ciertas acciones como violencia porque están normalizadas, por ejemplo, no identifican el control, los insultos o la prohibición de trabajar fuera de casa como formas de violencia, lo que se debe a la falta de información y educación sobre los derechos de las mujeres y los tipos de violencia que existen.
- Distancias y tiempo requerido para presentar denuncias: En las zonas rurales, las instancias donde se pueden presentar denuncias, como la policía o la Fiscalía, no existen o están distantes de las comunidades, esto implica que las mujeres deban invertir tiempo y recursos para trasladarse, lo que dificulta el proceso de la denuncia, más si el mandato del cuidado está fuertemente establecido, traduciéndose en el cumplimiento de responsabilidades familiares y laborales.
- Falta de recursos económicos para trasladarse a la ciudad: Muchas mujeres no cuentan con los recursos económicos necesarios para trasladarse a la ciudad y presentar una denuncia, esto se agrava en casos donde deben hacer varios viajes para seguir el proceso legal, lo que representa un gasto que la mayoría no pueden cubrir.
- Falta de apoyo de la comunidad: En algunas comunidades, las mujeres no reciben apoyo cuando deciden denunciar, por el contrario, son juzgadas o incluso culpadas por generar la violencia que sufren, estas condiciones las desanima y las hace sentir solas en su lucha.
- Falta de sensibilización de las instancias receptoras d la denuncia: En ocasiones, en las entidades encargadas de recibir denuncias las y los funcionarios no están sensibilizados sobre la violencia de género, lo que lleva a una atención fría, poco empática o incluso a la revictimización de las mujeres que buscan ayuda.
- Injusticia y dificultad para avanzar en los procesos: Muchas mujeres desconfían del sistema de justicia porque sienten que no se les escucha o que sus casos no avanzan, la lentitud de los procesos y la falta de resultados concretos las desmotivan a denunciar.
¿Qué acciones se deben realizar para visibilizar casos de violencia y promover la prevención y la denuncia?
- Crear grupos de trabajo de mujeres: Formar grupos de mujeres en las comunidades rurales permitirá generar espacios seguros donde puedan compartir sus experiencias, apoyarse mutuamente y aprender sobre sus derechos, estos grupos pueden ser el primer paso para romper el silencio y visibilizar la violencia.
- Realizar reuniones y espacios de trabajo para mujeres: Organizar reuniones periódicas donde las mujeres puedan hablar abiertamente sobre la violencia y sus efectos ayudaría a crear conciencia comunal, por lo que estos espacios también pueden servir para capacitar a las mujeres en temas como rutas de denuncia y tipos de violencia.
- Sensibilizar a los varones para que den espacios a las mujeres: Es fundamental involucrar a los hombres en la lucha contra la violencia, por lo que sensibilizarlos sobre la importancia de respetar los derechos de las mujeres y promover la igualdad de género puede ayudar a cambiar actitudes machistas y reducir la violencia.
- Sensibilizar a las mujeres sobre sus derechos: Muchas mujeres no conocen sus derechos o no saben cómo ejercerlos, capacitarlas sobre las leyes que las protegen, los tipos de violencia y las instancias donde pueden denunciar es clave para empoderarlas y animarlas a buscar ayuda.
¿Cómo nos protegemos desde una mirada comunitaria y desde la organización de mujeres?
- Hablar de derechos en las reuniones comunales: Incluir temas relacionados con los derechos de las mujeres y la violencia de género en las reuniones comunales ayudará a visibilizar el problema y a generar conciencia en toda la comunidad.
- Capacitar a los varones: Es importante trabajar con los hombres de la comunidad para que entiendan la importancia de la igualdad de género y el respeto hacia las mujeres, lo que puede lograrse a través de talleres y charlas que aborden temas como nuevas masculinidades y prevención de la violencia.
- Fortalecer la red de promotoras para llegar a las familias: Las promotoras comunitarias pueden ser un puente de información y relacionamiento entre las instituciones y las mujeres de las comunidades, por lo que fortalecer su trabajo y capacitarlas en temas de violencia de género permitirá que lleguen a más familias y ofrezcan apoyo directo a las mujeres.
- Visitar a las familias en grupos de tres o más personas: Realizar visitas a las familias en grupos pequeños puede ser una estrategia efectiva para identificar casos de violencia y ofrecer apoyo, estas visitas deben ser respetuosas y confidenciales para generar confianza; eso y el hecho de que una sola mujer por mucho valor y voluntad que tenga para aportar en la lucha contra la violencia, no podrá conseguirlo ya que su acción parecerá aislada.
- Invitar a más personas de la comunidad: Involucrar a más miembros de la comunidad, como líderes locales, maestros y jóvenes, en las actividades de prevención de la violencia ayudará a crear una red de apoyo más amplia y comprometida.
- Garantizar la presencia de mujeres en los espacios de decisión: Es importante las mujeres participen de manera efectiva en los espacios de decisión comunales, no solo con presencia si no también con opiniones, aportes de manera que se planteen acciones para visibilizar la violencia de género y se asuman acciones para evitarla, convirtiendo el pedido en una acción y demanda comunal, esto permitirá abordar el problema desde diferentes perspectivas y fomentar la corresponsabilidad en la prevención.
- Organizarse como mujeres: La organización entre mujeres es una herramienta poderosa para enfrentar la violencia, al unirse, pueden apoyarse mutuamente, compartir información y exigir juntas sus derechos ante las autoridades.
Análisis del Encuentro
El encuentro con mujeres de las comunidades rurales permitió analizar de manera profunda y colectiva las realidades de la violencia de género en sus municipios y comunidades, así como identificar las barreras que enfrentan las mujeres para denunciar y acceder a una vida libre de violencia, el diálogo y la reflexión evidenciaron que la violencia en el área rural está profundamente arraigada en un sistema patriarcal que naturaliza las agresiones y limita el ejercicio de los derechos de las mujeres.
Causas de la violencia: La violencia en las comunidades rurales tiene su origen en el machismo, los roles de género tradicionales y la falta de educación sobre derechos, estas causas se ven reforzadas por factores como el consumo de alcohol, la dependencia económica de las mujeres y la falta de acceso a información sobre cómo y dónde denunciar.
Barreras para la denuncia: Las mujeres enfrentan múltiples obstáculos para denunciar, como el miedo, la vergüenza, la falta de recursos económicos y la desconfianza en el sistema de justicia, además de la lejanía o ausencia de las instancias receptoras de denuncias y la falta de apoyo comunitario agravan el problema.
Falta de articulación institucional: Se identificó que existe una descoordinación entre las entidades encargadas de atender casos de violencia, como la policía, la Fiscalía y el SLIM. Esto dificulta la atención efectiva y oportuna a las víctimas.
Necesidad de empoderamiento y organización: Las mujeres rurales demostraron un fuerte interés en organizarse y capacitarse para prevenir la violencia y apoyar a otras mujeres. Sin embargo, requieren más herramientas y recursos para fortalecer su trabajo.
Conclusiones.
Es fundamental continuar con la capacitación de mujeres y hombres en temas de violencia de género, derechos y nuevas masculinidades, lo que permitirá cambiar actitudes machistas y empoderar a las mujeres para que denuncien.
La creación y fortalecimiento de redes de mujeres y promotoras comunitarias son estrategias clave para prevenir la violencia y apoyar a las víctimas, ya que estas redes pueden ser un puente entre las instituciones y las comunidades rurales.
Es urgente mejorar la coordinación entre las entidades encargadas de atender casos de violencia, lo que incluye la implementación o aplicación de protocolos claros, la capacitación del personal y la creación de equipos multifactoriales que trabajen de manera conjunta.
Las mujeres necesitan recursos económicos para acceder a las instancias de denuncia y seguir los procesos legales, por lo que es importante que las instituciones destinen presupuestos para apoyar a las víctimas y promover la prevención.
La lucha contra la violencia debe involucrar a toda la comunidad, incluyendo a líderes locales, maestros, jóvenes y hombres, pues solo con un enfoque integral se podrá generar un cambio real y duradero.
Las mujeres asistentes demostraron que, al organizarse, pueden ser promotoras de cambio en sus comunidades, por lo que es necesario seguir apoyando su trabajo y garantizar que cuenten con los recursos y herramientas necesarias para liderar la prevención de la violencia.
Al final el encuentro fue un paso importante para visibilizar la violencia que sufren las mujeres en las áreas rurales y para proponer acciones concretas que permitan prevenirla y combatirla, pero es necesario que estas propuestas se traduzcan en políticas y acciones concretas por parte de las instituciones y la sociedad en general y solo así se podrá garantizar que las mujeres rurales vivan una vida libre de violencia y ejerzan plenamente sus derechos.

